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La situación de desempleo no es solo una circunstancia que puede generar consecuencias económicas, sociales y/o familiares; muchas de las personas desempleadas manifiestan consecuencias psicológicas que pueden contribuir al desarrollo de trastornos psicológicos y enfermedades. 

 

Partiendo de un enfoque Psicosocial la pérdida de empleo se considera un suceso vital, entendido como experiencia objetiva que causa un rejuste sustancial (un cambio) en la conducta de la persona. Sin duda, el desempleo coloca a las personas en una situación de vulnerabilidad asentada en la inseguridad económica para cubrir las propias necesidades y en la falta de indepencia que dificulta la planifación de la propia vida. 

 

Este cambio es la principal propiedad aceptada más universalmente como definitoria de los sucesos vitales, es decir, el potencial estresante de un suceso vital está en función del cambio que conlleva. La pérdida de empleo, como suceso vital, induce reacciones fisiológicas y/o psicológicas perturbadoras, lo cual constituye un riesgo importante de padecer alguna enfermedad.

 

La interpretación y vivencia del desempleo es diferente según sean las circunstancias individuales y el tipo de recursos psicológicos de que dispone cada persona para afrontar esta situación. No obstante, existe una serie de variables o dimensiones que de una u otra forma se ven afectadas por esa ruptura de las funciones latentes del empleo: la forma de percibirse uno mismo (autoconcepto), la forma de ver y ser visto por los demás (percepción social) y la valoración que hace de los recursos con los que cree contar para enfrentarse a la situación. 

 

Diversos autores, al referirse a los efectos del desempleo, hablan de pérdida de autoestima, de sentimientos de inseguridad y de fracaso, de una experiencia de degradación social, de vergüenza o sentimientos de culpa etc., todo lo cual revela un cambio importante en el autoconcepto del individuo. La valoración que la persona desempleada hace de si misma se degrada y en la imagen de sí se realzan características personales negativas. En la situación de desempleo, posiblemente, uno de los efectos psicológicos más significativos es el aumento de la autoconciencia hasta un grado a veces que puede resultar enfermizo ya que altera los aspectos que se desarrollaban de forma automática durante el empleo (conductas, uso de capacidades y habilidades, itinerario, ejercicios, esfuerzo, …).

 

Otro aspecto relevante es la sensación de control en este proceso. Uno de los efectos del desempleo es que crea el sentimiento de que la situación está fuera del control de uno mismo. El locus de control interno se transforma en locus de control externo, lo que está directamente relacionado con el aumento de la sensación de indefensión, o creencia de que las cosas suceden de una determinada manera, independientemente de la actuación que uno tenga.

 

Pero las consecuencias del paro no se encuentran de igual forma en todas las personas. Por una parte, el desempleo puede ser más difícil de sobrellevar psicológicamente si viene a frustrar grandes expectativas; por otra parte, aquellos que gozan de un mejor nivel educativo pueden haber desarrollado unos recursos propios y adquirido unos horizontes más amplios que les ayuden a mitigar algunas de las consecuencias psicológicas del desempleo. Los recursos personales y los apoyos sociales modulan y amortiguan los efectos debilitadores que produce el desempleo. En estos factores protectores hay que incidir para evitar el riesgo de exclusión de las personas desempleadas. 

El programa de atención psicológica a personas desempleadas esta destinado a ayudar a personas que sufren directa o indirectamente las consecuencias de su situación actual de desempleo. Como cualquier servicio psicológico tiene una duración limitada, si bien con honorarios reducidos accecible a toda la población que necesita de atención psicológica pero que por las circunstancias no puede asumir económicamente. Una vez finalizado el programa se brinda la posibilidad de continuar con el tratamiento estableciendo nuevos honorarios y frecuencia entre profesional y paciente.

 

Requisitos de acceso al programa:


Para acceder se requiere poder acreditar estar en situación de desempleo en el momento de inicio del tratamiento.

 

Si tu situación personal y laboral cumple con estos parámetros puedes contactar conmigo, con gusto te daré más información.

 

                                            GABINETE DE PSICOLOGÍA Y ORIENTACIÓN

Francisco J. Saucedo Fernández

Col. nº AN– 07346

C/ Teniente Miranda, 46

11201 Algeciras (Cádiz)

Telf. 657 130 159

fspsicologo@hotmail.com

 

Consulta de Psicología inscrita en el Registro Andaluz de Centros Sanitarios NICA 45083

 

 

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