En ocasiones, la infancia puede ser un período difícil para niños y niñas. Es imprescindible que los adultos seamos conscientes de la importancia del contexto evolutivo como criterio para la compresión de los problemas de conducta de los niños.

 

Se parte del entendimiento de estos problemas de comportamiento como consecuencia de interacciones de múltiples factores bio-psicosociales y , por tanto, cabe esperar que interatúen herencia, estructura y funcionamiento biológicos, emociones y cognición, así como, la familia, clase social y cultura.

 

Partiendo de un criterio de máxima actualidad, se abordarán específicamente los Trastornos de Ansiedad y la Depresión, en sus múltiples expresiones, así como distintos trastornos de proyección social y de alteraciones del desarrollo que tanto preocupan a padres y educadores: los que inciden inequivocamente en el rendimiento escolar, por ejemplo de atención con hiperactividad.

 

En la psicoterapia infantil y adolescente es especialmente importante el desarrollo de una relación de confianza, seguridad y comprensión (alianza terapeútica) entre el/la menor y el/la profesional, así como la colaboración de los padres o cuidadores en todo el proceso. Ambos son aspectos clave para el avance terapeútico.

 

Afortunadamente, disponemos de procedimientos psicológicos que han demostrado ser eficaces. Entre ellos, la terapia cognitivo-conductual cuenta con gran evidencia acumulada y destaca por ello como tratamiento de elección en la mayoría de los problemas infanto-juveniles:

 

• De ansiedad (Miedos y fobias, rechazo al colegio, ansiedad de separación, el niño hiperansioso, obsesión y compulsión...)

• De depresión y problemas en las relaciones entre iguales.

• De déficit de atención con hiperactividad.

• De las funciones corporales básicas (anorexia nerviosa, bulimia, enuresis, encopresis, problemas del sueño...).

 

Por último, se incorpora un programa de apoyo que incide en los factores psicológicos que influyen en las afecciones médicas, como el asma, y en las importantes consecuencias psicológicas de las diversas enfermedades crónicas. Sigue leyendo para más información.